Desodorante Piedra de Alumbre.

 

Desde hace algún tiempo cada vez se oye mas habar de los desodorante de Piedra de Alumbre.

Esta piedra el mineral de alumbre ha sido utilizado como desodorante para controlar el olor corporal, y también para evitar la irritación de la piel después del afeitado o la depilación, entre otras muchas aplicaciones.
La carga iónica negativa de alumbre de potasio y su particular estructura molecular hace que no pueda ser absorbido por la piel, a diferencia de otros componentes de aluminio a veces utilizados como antitranspirantes por la industria de los desodorantes.

Sus ventajas serian:

• Es un buen desodorante, cicatrizante, reafirmarte y antiséptico.
• Tiene un efecto bactericida natural, sin antitranspirantes, por consiguiente, evita la aparición del olor corporal.
• No obstruye los poros de la piel. Sólo permanece en la piel sin perjudicar la respiración natural de nuestro cuerpo.
• Posee propiedades astringentes, antiinflamatorias y antihemorrágicas por lo que se puede aplicar después de la depilación y afeitado.
• No contiene alcohol ni perfume.
• No contiene clorhidrato de aluminio ni circonio de aluminio.
• No contiene derivados del petróleo, disolventes ni químicos peligrosos.
• Indicado para pieles sensibles o con alergias.
• Efectivo a lo largo del día.
• Es de larga duración. Resulta económico.
• No deja manchas ni en la piel ni en la ropa.
• Es invisible en la piel.
• No es pegajoso.
• No contamina.

Pues bien, después de leer todo esto, me fui rauda y veloz a buscar la piedrecita en cuestión, y  la conseguí por unos 6€ en una parafarmacia.

Para aplicarla, hay que humedecer la piedra un poco o al menos la zona donde vayamos a usarla, en este caso las axilas y  pasarla como si fuera un desodorante de barra.

Como cosas positivas diré que no tiene olor, es duradera, ya que supongo que la piedra ira desapareciendo con los usos, y eso puede tardar bastante.

Y aunque es eficaz a largo plazo, a mi parecer no lo es tanto a corto plazo, si necesitas usarlo para que te de un efecto inmediato, como puede pasar con algunos desodorantes que gracias a su olor consiguen tapar bastante el corporal, con la piedra no noto esa rapidez. 

La suelo usarla después de la ducha, que ya tengo la piel húmeda y con un poco que moje la piedra me sirve, pero si no me acabo de duchar y tengo que salir de casa, no me siento personalmente muy cómoda usando solo la piedra. No le veo esa duración que se supone que tiene y hecho en falta la hidratación que dan los desodorantes en roll-on, que son los que uso habitualmente.

Quizás es la piedra que he comprado o que no le doy el uso correcto, pero no encuentro en ella el producto del siglo.